A por los Intocables

En estos tiempos que corren me es difícil averiguar quién tiene la verdad absoluta en su poder.

Lo cierto que es que en estos últimos coletazos de nuestro mundo rosa, todos poseen su propia verdad y todos tienen la oportunidad de expresarla, su verdad; bravo por la libertad de expresión. Dañamos a algunos pero también es cierto que desenmascaramos a otros tantos. Unos tantos, hasta ahora intocables...

Personalidades que eran respetadas, admiradas y hasta imponentes, ahora se convierten y lo seguirán haciendo en meras caricaturas de lo que fueron. Me refiero a una reputada María Teresa Campos, a un comunicador como Pepe Navarro o a una difunta muy de cuerpo presente como Encarna Sánchez.

Creo que todo empezó con la Pantoja, ahora pareja del infiel y agotador de recursos a la justicia, Julián Muñoz. Todos aquellos personajes altaneros, con poder y algunos entrañables para el pueblo por su trayectoria o carisma, caen en picado ante su pueblo.
Un pueblo que ya no es llano, se ha convertido en un cazador de cazadores, tal y como afirmó un desolado y victimista Pepe Navarro con la cabeza gacha mientras hembras y más hembras alaban o maldicen a su persona.
Un Pepe que tuvo poder y que al perderlo, se convirtió en una ridícula presa para los redactores e informadores que un día soñaron con un favor suyo.
Piensa bien a quién le negaste el saludo en su día, quizás hoy te esté devolviendo el desdén...