Desaparecidos sin rastro

Seguro que, si nos paramos a pensar, todos somos capaces de recordar una situación similar: serie televisiva, elenco de actores / personajes… y de repente, uno desaparece sin más. No vuelve a salir, no se da una explicación a su desaparición y, de hecho, nadie se vuelve a referir a él. Como si no hubiera existido nunca.


Pues bien, resulta que este fenómeno tiene un nombre: “Síndrome Chuck Cunningham”, en recuerdo de uno de los personajes de la serie Happy Days. Personalmente, el caso que más recuerdo es el de Judy Winslow en Cosas de Casa, aunque parece que hay bastantes más. Por ejemplo, hoy que emitían Los Serrano, pienso en los amigos de Guille: en esa pandilla aparecen y desaparecen amigos como por arte de birlibirloque (aunque claro, todo sea dicho, no es de extrañar teniendo la poca coherencia que muestran los guiones de Los Serrano en términos generales).



Estamos más que acostumbrados a que los actores de una serie desaparezcan del mapa, por muy distintos motivos. A veces, los guionistas se esfuerzan por darle una salida digna (un viaje, un par de apariciones al otro lado del teléfono… y fuera). Otras, se esfuerzan por explicar un cambio de apariencia más o menos forzado (aqui, las operaciones de estética son las reinas). Otras veces, sin más, cambian de actor interpretando al personaje como si no hubiera pasado nada (¿quién no recuerda a la tía de Will Smith en el Príncipe de Bel Air?). Pero otras, sin más, dejan caer al personaje en el olvido. Se lo lleva el viento.

Cuando la emisión de las series era más lineal, quizás hasta te podían hacer dudar: “¿Me lo he soñado yo, o esta familia tenía tres hijos?”. Pero desde que las series se repiten una y otra vez (y otra, y otra…), y en ocasiones sin orden ninguno, resulta desconcertante encontrar estas apariciones y desapariciones. ¿Tan difícil es, para los guionistas, buscar una mínima explicación por nimia que sea? Un internado, un accidente, una enfermedad… ¡No más Chuck Cunningham!. Por favor. Que no somos TAN tontos…