¡¡Que fuerte, que fuerte!!

¿Cómo es posible que un Licenciado en Filología Hispánica termine hablando todas las tardes de la locura de la peluquera, las pelucas de la Montiel, y de nuestra amiga de copas Cristina Rapado?

La respuesta es sencilla, J.J. (Jodido Jilipollas, ya se que es con “g”, pero el gilipollas le sienta de bien) de pequeño en el patio del colegio se dedicaba a leer el LECTURAS, en vez de coleccionar cromos, y no es que yo le quisiera ver dando pataditas a un balón, aunque tendría que ser todo un show.

Y es que todas las tardes, y no pudiéndolo evitar, lo reconozco, estoy enganchado al TOMATE. Porque me parece divertido, porque no hay nada mejor en ese horario, y porque me encanta ver como Carmen Alcayde le da mil vueltas presentando a J.J. (Jodido…).

Tu, queridísimo J.J. que te dejas caer en los sitios mas cool, deberías saber que en cualquier sitio ya hay cámaras ocultas, ¿no es ese vuestro nuevo hobby?. Incluso ojos que lo ven todo. Podíamos recordar (ya que lo haces tu, recordando a muertas que si vivieran te iban a asar en la parrilla) aquella noche en la espectacular terraza de Ananda cuando sin venir a cuento de nada le estallaste una copa de cristal a los pies de un chico. Lo que fue genial, era ver como te escondías por la terraza del seguridad de la sala que te buscaba para echarte. Y recuerdo tus viajes relámpago al baño con amigos para meterte un par de tiri..., bendita hipocresía la que nos vendes después de comer. Y como remate asaltando a chicos que podrían ser tus hijos. Joder J.J. En fin, como dice el refrán, y sino me lo invento: “Todo lo tiene mi Maria Antonia: Puta, borracha, y drogata”