Jordi Labanda | Lenguaje de diseño

El ilustrador del glamour, afincado en Barcelona, se considera un mercenario. «Trabajo por dinero y le hago ganar dinero a los demás»

Se define como artista, aunque «artista comercial». Dibuja al posmodernismo con el «glamour de los ‘50». Pauta tendencias de moda, pero no es un ‘fashion victim’, y si le preguntan por el mundo, responde con el universo. A sus 35 años, Jordi Labanda es uno de los ilustradores más reconocidos en el plano internacional y ha conseguido, a la vez, convertirse en uno de los principales referentes del arte contemporáneo.
Su propuesta se perfila con un trazo de hedonismo que, entre líneas «filiformes» y tonos de «ironía», propone un espacio distinto. Así camina por Barcelona, la ciudad en donde vive, «como mirando una revista», mientras descubre que ese mundo le cabe entero en los bolsillos. «No he trazado un plan para conquistar la Tierra», comenta divertido. Y, sin embargo, lo ha logrado. Además de colaborar con los principales medios nacionales y extranjeros, ha trabajado (y trabaja) con las marcas comerciales más conocidas.

Ha pasado del dibujo al diseño de productos. Tiene una línea propia de artículos que van de agendas y bolis hasta alfombras y camisetas. Dos libros -el último publicado este año-, resumen el lenguaje de su obra, mientras un coche -el Nissan Micra ‘Jordi Labanda’- refleja el éxito de sus ideas. Aunque, para reflejos y hedonismo, nada como los escaparates. En el cristal, su silueta. Dentro, sus productos. Y, más en detalle, su nombre y su firma. Comercial, por supuesto.